Ya somos más de 3.000
Después de 12 años de trayectoria por fin superamos las 3.000 suscripciones. Gracias a las de siempre y a todas las nuevas por darnos un impulso para seguir.
Lo intuíamos, pero nos lo habéis dejado claro. Estáis ahí. La última campaña que hemos lanzado lo demuestra: os habéis suscrito más de 300 personas nuevas, los mejores resultados que hemos tenido en una campaña en 12 años. Solo podemos deciros: gracias.
Gracias porque esto es un impulso económico para seguir encargando temas, para seguir editando anuarios y monográficos, para mejorar nuestra web. Pero también, gracias porque, después de haber pasado un año duro entre crisis mundiales, subidas de precios, etcétera, nos habéis regalado un cierre de 2022 lleno de calor y cariño. No solo os habéis suscrito, nos habéis regalado, nos habéis compartido; habéis contestado al mail que enviamos el 7 de diciembre contando la situación diciendo que llevabáis tiempo pensando en suscribiros y que este artículo era el empujón que necesitabáis, habéis llenado de comentarios de agradecimiento el formulario de suscripciones.
Es cierto que, como escribía Andrea Momoitio, el artículo no pretendía ser un tirón de orejas, pero sí explicaros lo que veíamos y tantear los motivos posibles. Sabíamos que estabáis ahí: las cifras de visitas y la cantidad de personas registradas en el boletín gratuito y otras variables con las que no voy a aburrir, nos decían que nos leiáis y seguíais. Sin embargo, al compararlas con las personas suscritas, algo no cuadraba. También estaba el hecho de que, después de 12 años de trayectoria y a pesar de recibir premios, visitas y reconocimiento en general, llevábamos tiempo ancladas en la misma cifra de suscriptoras y rozando las 3.000.
Una cifra que, aunque era la más alta de la historia de la revista, no sostenía en condiciones dignas este proyecto que ha ido creciendo y profesionalizándose cada vez más. Somos más personas contratadas que hace unos años, hemos subido las tarifas que pagamos a las colaboradoras, estamos trabajando en una nueva tienda online para agilizar las ventas y las suscripciones, lo cual facilitará que os suscribáis y nos quitará horas de tareas manuales que podremos dedicar a trabajos más interesantes (o incluso a descansar, qué osadía). Esta profesionalización se ha visto reconocida en 2022 por dos premios, Juana Veterana y Elkarlan.
Pero crecer en volumen de trabajo sin llegar al mínimo necesario de suscripciones es una dinámica que no se sostiene y que nos lleva a seguir haciendo otros servicios -formaciones, asesorías…- que nos dan dinero para seguir pero nos quitan tiempo para pensar y hacer contenidos, que es para lo que estamos aquí. Esto, sumado a que tenemos un tope en el porcentaje de subvenciones que pedimos para el proyecto editorial, nos estaba ahogando.
Con esta idea y la intuición de que algo pasaba, nos animamos a contaros nuestras dudas. Sabemos que ser transparentes nos expone, porque no faltan quienes enseguida cogen las palas para tratar de cavar nuestra tumba. Pero también creíamos que si os contábamos lo que pasaba, habría quien respondería bien, porque siempre lo habéis hecho y siempre hemos apostado por la transparencia. Y entendíamos que si no superábamos nuestro techo de suscripciones, tendríamos que asumir que los trabajos externos tendrían que ser más, lo cual nos complica tener tiempo para la revista y nos obliga a autoexplotarnos un poco más.
La verdad, la respuesta nos ha sorprendido muchísimo, porque ha sido abrumadora. Entre el 7 de diciembre y el 4 de enero tuvimos más de 200 suscripciones nuevas, lo cual era ya una campaña exitosa (el año pasado por estas fechas conseguimos alrededor de 60 suscripciones). Sin embargo, a partir del día 5 de enero, el ritmo aumentó muchísimo: solo entre los días 5 y 8, los días que duró la campaña de odio contra nosotras en Twitter, hubo unas 100 suscriptoras nuevas y muchísimos mensajes de ánimo. Da pena que sean los ataques lo que aumenten las suscripciones, pero ver vuestra respuesta nos da fuerza. Si os quedáis con nosotras podremos seguir otros 12 años más (como poco), para escribir y debatir y seguir haciendo periodismo crítico y feminista en las mejores condiciones posibles.
Además, menos mal que ha ido bien la campaña, amigas, porque, si no, nos habrían terminado de rematar en redes, también os digo. Resumiendo, que muchísimas gracias a todas. Esto nos da ganas de seguir y hacerlo cada vez mejor.
Y no os déis de baja, anda. Si tenéis problemas económicos, la suscripción más básica es de 20 euros al año. Y todo puede hablarse para modificar nuestra relación ;) Por nuestra parte, nos esforzaremos en seguir cuidando mucho a esta comunidad en la que cada vez somos más. Y gracias también a las de siempre, a las que ya estabáis ahí, a las que nos sostenéis desde hace tanto tiempo.