En plena ola de frío, un compañero de Atxuri que duerme en la calle recibe una visita de la Policía Municipal de Bilbao. Le indican que debe abandonar ese lugar.

Nuestro compañero acude al Ayuntamiento y, presenta un escrito en el registro, preguntando adónde ir si se va de ahí. Sin respuesta ni alternativa, agentes de la policía acuden tres días después y le expulsan del lugar donde tenía puesta la tienda, quitándole mantas y cama.
El Ayuntamiento de Bilbao tiene obligación, por su propia normativa, de abrir los recursos habitacionales del dispositivo de frío cuando la temperatura se acerca a los cero grados. ¿Cuántos días más como estos hay que esperar para que se abra?
Y, mientras tanto, ¿es mucho pedir que la policía municipal respete a quienes duermen en la calle?

Es injusto y totalmente inhumano expulsar de la calle a quienes viven en ella sin ofrecer una alternativa real habitacional.

¡Ya basta de racismo institucional! ¡Ya basta de clasismo institucional!