Oralidad

Oralidad

En este mundo extraño en que vivimos, en el que he oído afirmar más de tres veces en perfecto castellano, en público, frente a múltiples identidades políticas y estéticas que “el idioma del arte es el inglés”, “el arte habla en inglés”, o “hay que hacer arte en inglés”, se me antoja un poco de poesía deslenguada no anglosajona como para seguir rompiéndole un poco las pelotas a la inercia neoliberal imperante.

Y esto no es de ninguna manera una defensa del castellano, ni del arte en castellano. Esto es una orgía oral no autorizada.

A la primera invitada la conocí en una fantasía confusa. Un día me enteré de que había una poetisa tortillera en Cutral Có. Esa misma tarde unos amigos siempre dispuestos a ayudarme en el desarrollo sano de mi sexualidad me dicen: “Tenemos una amiga de Neuquén que viene para aquí, nunca ha estado jamás con un hombre. Golden Star 100 por cien. Te la presentamos”. Los 40º grados a la sombra del diciembre cordobés confundieron en mi cabeza antropóloga o arqueóloga o algo así, con poetisa del sur. La busqué en el Facebook. Y ahí anduve yo toda una noche fantaseando con la lírica fugitiva de Macky Corbalán.

Ni antropóloga ni poeta, era bióloga. No era Macky. Pero la miré con otros ojos luego de leer los poemas que me llegaban desde el desierto. Miré con poesía otra vez. Luego de y yo miraba y yo miraba de Pizarnik a los 13 años ya no había mirado así. Pero esta vez la miré

Como mil flores,

Desde arriba, podría parecer que

La cama es demasiado grande

para ella, aunque su cuerpo se acomoda

al espacio, ocupándolo con alguna gracia.

La espalda mira al techo y, bajo el cuerpo,

desde niña la misma posición de sueño:

Una mano protege el descanso

de los senos, la otra, el desaliñado triángulo

de la genitalidad. Un caso de texto

Para cualquier psicólogo, pero ella

Sabe, en la Epifánica lucidez

del sueño, que debe cubrirse

y también, que no bastará.[1]

Una noche fría, otra noche de equívocos, fernet con cola, vino barato, bombillas de 20 y pintalabios rojo, me gritaron al oído con voracidad carnívora y aliento a vodka:

 

Gritas como una cerda pero eres tocino de cielo,

tu flujo chorretea mordaz por mis nudillos

y hay un ligero rastro de sangre de mi labio a tu pezón.

 

Si alguna vez quise ser una salvaje, entre tus piernas tiene sentido.

Si alguna vez quise ser dócil, entre tus piernas tiene sentido también.

(…) diría que chuparte es un arte y que la lengua, se me queda trabada en tu nombre. [2]

 

Esa noche escuche hablar por primera vez de Diana Pornoterrorista. La versión libre al oído era “Violencia sexy”, y esa violencia fue la que hubo después gracias al acto inaugural de las palabras de Diana. No podía ser de otra manera. Las palabras de Diana se hacen carne. No es una metáfora. Diana extendida sobre una mesa de bar cubierta de plástico, recita desde su coño. No es una metáfora. Está abierta, arqueada, y se penetra con el micrófono para hacer de su cuerpo el lugar de la palabra. No es una metáfora. La palabra se amplifica desde sus entrañas. No diré que recita, pues es demasiado pobre descripción. Habla carne, sudor, deseo.

Y se hizo el verbo y olía a orgasmo.

¿Alguien aún no ve la potencia revolucionaria de esta pornotopía?

El acto de nombrar crea la poesía y también crea el genocidio. La palabra es una experiencia radical. Como el silencio. Y la obligación de callar. Sucedió hace 519 años. Unos hombres de un país/pueblo invasor, llegaron a tierras de Abya Yala y estipularon que nadie las habitaba. De esa forma trataron a los pueblos originarios, como se trata a “nadie”. Se dijeron los unos a los otros: tú coge esa, y tú esa otra, mientras señalaban con el dedo índice. Y así fueron violándonos en nuestra propia casa, en nuestras tierras.

Yo no hablo español[3]. Escribe Marian Pessah.

Marian me nombró Rosa en una dedicatoria. Qué éxtasis de desplazamiento literario: Marian en un equívoco me nombró Rosa. De un solo trazo me borró del unívoco con el que me presentaron. Me dejó extranjera de mi propio nombre. ¿Cómo ella, apalabradora apátrida, extranjera, bifurcada, anormal podría dejarme sin la experiencia de deshacerme en su letra? De paso se pasó por el labrys la imagen simbólica de la rosa de Borges, de Eco, de Foucault y aunque mal le pese a ella, también la de Cortazar. ¿Escuchan los tambores?

A mi vieja, las monjas de la escuela le gritaban ¡Hereje! Escuché la anécdota mil veces. Y escuché también cómo la palabra en su voz se volvía cada vez más reivindicativa con el paso de los años: “Yo, la hereje, a mucha honra”. Creo que elaboré un extraño fetichismo por la palabra herejía. Así que cuando llegué al blog “Escritos Heréticos” (mi vida social se cuenta en bits) y leí: Valeria Flores. Maestra lesbiana masculina feminista heterodoxa queer escritora postfugitiva habitante del “interior” de Argentina. Ver todo mi perfil. Quise ver TODO su perfil. Demás está decir que la maestra de primero de primaria fue mi objeto privilegiado de deseo. Mentía a la cocinera para que me dejara llevarle café caliente “a mi señorita”. La fantasía edípica original de una madre maestra hereje, que me exigiera hacer cosas non santas estaba ahora en la pantalla del ordenador a un click de la realización o por lo menos de la masturbación. El primer post que leí fue sobre masculinidades en el aula. ¡oh! Que otra hubiera sido mi primaria con vos, ¡Maestra! Pero este texto va de guerrilla y orgía lenguaraz, de

guerrilla poética,

 

si hubieran revelado que la poesía era nuestro puñal,

ya habría una ley para criminalizar a las poetas

 

 

 

a veces, las armas son tan obvias y elementales

que se ocultan a la vista del poder

 

mientras tanto, húndelo

en el cuerpo del lenguaje[4].

Ya pueden ver que la orgía será escadalosa.

By the way, because the lenguaje of Art is the english, I´m very proud to said that the “thing” that Corbalán, Torres, Pessah, Flores and so many others are we doing it´s Not Art.

 

It´s something that we call in diferents ways like: Hartivismo, Deslenguadas, Pornoterrorismo, la poesía es mi madama, … and so many names that the masters of the Art trade can´t imagine.

We don´t want the “thing” that we are doing to become in a Mc happy art box. So many of us don´t want our “things” to become in an aestetic object of explotation. Because so many of us don´t want our “things” to be exposed in places where the employers work 9 hours without  a possibility to eat or drink.  Because so many of us don´t want to expose our “things” below a note that says: Don´t touch. Because we think that it´s not fair that a famous Museum takes a benefit of 8.000 euros per day in an only one cash while many people can’t access to know other different form of expression than watching televison. What kind of knowledge about the art costs 400 euros? For who? and for doing what? How concerns to the artists who exposed in this kind of places this practice of cultural segregation?

An intelligent woman told me last night: After I finished my eleven hours selling in the museums’ shop a colleague asked me before we go out: do not you leave anything? And I thought, yes, I left a day of my life in this ridiculous place where the people can buy a unique stone for the  price of a half of my pay of the month.

I´m not sorry by my english. I´m so sorry for the oppression of your classist, racist, sexist, xenophobic, patriarchal, homophobic, colonialist, neo-liberal Art that speaks only in english.[5]


[1] “Reposo” en Como mil flores. Macky Corbalán. http://escriturasindie.blogspot.com.es/2010/07/como-mil-flores-poemario-de-macky.html / http://pasajeradearena.blogspot.com/

[2]Violencia Sexy” (Fragmento) en Pornopoemas. Diana J. Torres (Diana Pornoterrorista) http://pornoterrorismo.com/manifiesto-transfeminista/pornopoemas/

[3] “Lenguaje ideológico” en Amor, placer, rabia y revolución. Marian Pessah. Colección Libertaria. Porto Alegre. Brasil. 2012. http://flickr.com/photos/narianapessahhttp://radicalderaiz.blogspot.comwww.mulheresrebeldes.org

[4] “Guerrilla Poética” en  Escritos Heréticos. Valeria Flores. http://escritoshereticos.blogspot.com.es/2010/07/guerrilla-poetica.html

[5] Por cierto, debido a que el Lenguaje del Arte es el Inglés, me siento muy orgulloso de decir que la “cosa” que Corbalán, Torres, Pessah, Flores y tantas otras estamos haciendo No es Arte. Es algo que nosotras llamamos de maneras diferentes como: Hartivismo, Deslenguadas, Pornoterrorismo, la poesía es mi Madama… Y muchos otros nombres que los maestros del comercio del arte no pueden siquiera imaginar. Nosotras no queremos que la “cosa” que hacemos termine convertida en una caja de Arte Mc Happy. Así que muchas de nosotras no queremos que nuestras “cosas” se conviertan en un objeto estético de explotación. Debido a que muchas de nosotras no queremos que nuestras “cosas” sean expuestas en lugares en los que las empleadas trabajan 9 horas sin posibilidad de comer o beber. Debido a que muchas de nosotras no queremos exponer nuestras “cosas” por debajo de una nota que dice: No tocar. Porque creemos que no es justo que un famoso museo tenga por día y sólo en una caja un beneficio de 8.000 euros, mientras que muchas personas no pueden acceder a conocer otra forma diferente de expresión que  no sea ver televisión. ¿Qué tipo de conocimiento acerca del arte cuesta 400 euros? ¿Para quién, y para hacer qué?, ¿Cómo les incumbe a los y las  artistas que exponen en este tipo de lugares esta práctica de segregación cultural?

Una mujer inteligente me dijo anoche: Después de que terminé mis once horas de venta en el museo, un colega me preguntó antes de salir: ¿No te dejas nada? Y yo pensé, sí, me dejo un día de mi vida en este lugar ridículo donde la gente puede comprar una piedra única por el precio de la mitad de mi sueldo del mes.

No me disculpo por tener un buen o mal Inglés. Lo siento mucho por la opresión de tu Arte clasista, racista, sexista, xenófobo, patriarcal, translesbofóbico, colonialista y neo-liberal que habla sólo en Inglés.

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