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“Hay que lograr que las mujeres usen la actividad física para divertirse”
Este mes, en los diálogos feministas ‘Y luego diréis que somos cinco o seis', entrevistamos a la profesora de la UPV-EHU Matilde Fontecha, quien imparte 'Educación física y su didáctica' en clave feminista, convencida de la necesidad de lograr que las mujeres disfruten con la actividad física y la aprovechen para su empoderamiento
“El frenesí de la construcción no ha logrado hacer ciudad”
Este mes, en los diálogos feministas ‘Y luego diréis que somos cinco o seis’, la geógrada Marta Román explica las claves de un urbanismo con perspectiva de género, que facilita la participación social de las mujeres y el reparto de las tareas domésticas.
“–¿Estas son hippies?” “–No, son feministas, y creo que lesbianas”
Este mes, en los diálogos feministas 'Y luego diréis que somos cinco o seis', Itziar Abad charla con la activista feminista y lesbiana Maite Mateos, sobre militancia, identidades, libertad sexual...
La paja en el ojo ajeno
A estas alturas nadie duda de que el uso del velo represente -entre otras cosas- una clara discriminación hacia las mujeres. Lo que me gustaría es visibilizar que algunas de las costumbres y prácticas estéticas de Occidente también discriminan y oprimen a las mujeres y que, sin embargo, pocas veces son foco de análisis.
“Quien ostenta el poder tiene la llave de la representación”
Maite Garbayo (Iruña, 1980) es historiadora del arte y militante en la Asamblea de Mujeres de Álava. Para ella, la importancia primordial del arte con contenido feminista es “deconstruir la representación existente acerca de lo femenino” y “proponer imágenes contrahegemónicas” que se aparten de lo dictado por el sistema patriarcal.
“¡Nunca, nunca se lo haré a mis hijas!”
La antropóloga feminista propuso a la vicepresidenta de Gambia un ritual alternativo en el que la mutilación genital no tuviera cabida.
“Para combatir la mutilación genital hay que tener en cuenta los comportamientos de las comunidades de origen”
En el año 1987, Adriana Kaplan comenzó a trabajar en la comarca del Maresme, Cataluña, con población senegambiana, que era fundamentalmente la población africana inmigrada en España: “Fueron dos años de aproximación a ese colectivo, donde descubrí que era muy difícil construir procesos de integración social teniendo en cuenta únicamente el punto de llegada”.