El rumbo de la acción climática: entre veredictos y okupaciones
Hacen falta herramientas para la implementación de políticas más ambiciosas que hagan frente a la crisis climática y protejan a las personas.
Hacen falta herramientas para la implementación de políticas más ambiciosas que hagan frente a la crisis climática y protejan a las personas.
Por estas fechas llegan las ferias de Sevilla, Jerez o la romería del Rocío y todas las mujeres quieren vestirse de gitanas, pero sin parecerlo. Lo llaman vestirse de flamencas y lo lucen mientras las gitanas siguen resistiendo en los márgenes
Voy al trabajo travestida. De hombre, por supuesto. Pero en el pecho se esconde una marica migrada, hispanohablante, que no quiere llamar demasiado la atención.
Metroan esertzea eguneroko borroka da. Erreserbatutako eserlekuak haurdun dauden pertsonei eskaintzen zaizkie askotan. Iazko udan bi aldiz eskaini zidaten eserleku bat. Haurdun nengoela pentsatu zuten bi pertsona horiek, baina ez nago haurdun; lodi nago.
Colectivos de víctimas y sobrevivientes de violencias machistas como Goizargi y Bizituz piden al consejero de Seguridad del Gobierno vasco que se retracte por decir que el problema del feminicidio de Gasteiz era que la víctima no percibía el riesgo.
La propuesta de la semana laboral de cuatro días olvida que el trabajo de cuidados se extiende a los siete días de la semana. Una vez más, se ignoran las voces expertas que sí ponen los cuidados en el centro.
Las instituciones se convierten para las feministas en una fogata al más puro estilo de la quema de brujas. La historia se repite: el sacrificio de Irene Montero que piden algunos por “el bien de La Izquierda” rememora lo que le hicieron a Bibiana Aído hace ahora más de una década.
La necesidad de comprender es humana, pero en demasiadas ocasiones es un ejercicio que surge de nuestro propio ego.
El amor que puede guiar nuestras acciones políticas para transformar el presente en mundos mejores.
Por qué el ecofeminismo debe estar reflejado en las elecciones municipales.
Revisar las violencias que ejerzo me llevó a dejar de ser psicóloga y psicoterapeuta. Considero que la revolución vendrá de un trabajo colectivo por acabar con las categorías de organización social actuales.
Dice Vivian Gornick en ‘El fin de la novela de amor’ que ‘la necesidad no es tanto la de matar al padre como la de separarnos de las madres’, y que esto tienen que hacerlo las hijas. Lo leo y se me encoge el pecho.
El tiempo funciona como una herramienta de control patriarcal sobre las vidas de las mujeres en la estructura heterosexual. Por eso, la impaciencia para nosotras es un acto revolucionario y empieza con el pleno ejercicio de nuestra libertad sexual: ligar como queramos, hablar cuando queramos, follar cuando nos apetezca.
Converso con una inteligencia artificial sobre Barbin, sobre la versión oficial de su muerte y las posibilidades que deja fuera, impensadas por la violencia del binarismo de género
Hemos normalizado tantos estados y golpes durante todos estos años vividos que, a veces, es complicado nombrar, memorarse y reconciliarse con todo lo que nuestro cuerpo ha experimentado.
Todos los mecanismos de apoyo a las personas psiquiatrizadas pasan por la medicación. Dejarla es una manera de huir del “tulerdaje” oficial para construir redes de convivencia y apoyo mutuo.
Los partidos políticos pueden permitirse no prestar atención a las víctimas de pederastia porque esta sociedad, en el fondo, lo permite. Preferimos no mirar al monstruo patriarcal y seguir permitiendo el poder sexual de los hombres, incluso en un crimen que se considera execrable.
La separación forzada de madres de sus hijas e hijos es una de las muchas violencias racistas, capitalistas y patriarcales que se perpetúan contra de las mujeres migrantes y racializadas, en especial a aquellas que se encuentran privadas de su libertad.
El valor que se le otorga a la maternidad en esta sociedad patriarcal y capitalista siempre será superficial y jamás se materializa. Es un valor abstracto, irreal, como de cartel publicitario del día de la madre.
Erosi. Erosi zure ondorengoa. Erosi zure seme-alaba izango dena. Erosi zure ondorengoa izango duenaren gorputza.