Apego sano y un besito en la yemas de los dedos
El siguiente paso a esa independencia económica y a esa habitación propia debería ser la búsqueda de un apego sano, de la desacralización de la pareja y de la interdependencia.
El siguiente paso a esa independencia económica y a esa habitación propia debería ser la búsqueda de un apego sano, de la desacralización de la pareja y de la interdependencia.
Cuando en 1998 un grupo de jubiladas británicas hablaban de su idea de envejecer en una comunidad de viviendas para mujeres que las permitiría prolongar su autonomía, se encontraron con una actitud paternalista, machista e incrédula. Hace cinco años la pionera superviviente de aquella lucha, Shirley Meredeen, se mudaba a la casa de sus sueños, hoy referente de un modelo social con gran futuro.
Entrevista al grupo de música hip hop El no de las niñas, que hace poco más de dos meses sacó su primer disco, ‘Sí, quiero’.
¿Las feministas hemos depositado todos nuestros afectos en las amigas? ¿Y qué pasa entonces cuando se rompe una amistad? De dudas, dolores y duelos
Compañeras, hermanas. Sostenes. Si empieza a llover, te regalan un chubasquero. Si empieza a diluviar, te ponen el paraguas, te agarran del brazo y te llevan a casa
Afrontar los cuidados necesarios para despedirse de un vínculo de manera sana pasa por aceptar los sentimientos y hablar de ellos honestamente con nosotras mismas, al igual que con el resto. Querer es político, cuidar es político, separémonos queriéndonos y cuidémonos al decir adiós.
Este mes, en #LoDePitu, abordamos una cuestión clave para los cuidados, para la vida: la responsabilidad afectiva. ¿Cómo nos vinculamos? ¿Qué responsabilidades adquirimos con cada vínculo que establecemos con otras personas? Hablamos de parejas, sí, pero también de nuestras familias y de nuestras amigas.
Este es un viaje-bisagra. En un lado los años 20 del pasado siglo. En el otro, nuestros recién iniciados. Y se entrelazan. Porque nos identificamos con aquella década pletórica de nostalgia. Con su caos, su incertidumbre, su vanguardia. Tal vez con el brillo de las mentes libres y el temor, mezclado con certeza, de que todo podrá sernos arrebatado. Hemingway dejó escrito que París era una fiesta. Acompañadnos a una de las más alternativas de la ciudad.
Debemos ser capaces de proporcionar y proporcionarnos otras maneras de ancianidad, porque la muerte y el envejecimiento son, sobre todo, una cuestión de género. No basta con vivir diferente, hay que envejecer y también morir de otra manera.
Sexualidad en tiempos de coronavirus. Crónica ¿demasiado? personal de una mesa ¿redonda? virtual.
¿Qué pasa cuando a nuestros cuerpos cansados les sostiene alguien más? ¿Quién nos cuida a nosotras las precarias y a quién precarizamos? Ante estas preguntas, la autora busca en las amigas sus respuestas.
* Polly *Noi fuori Querida amiga: Después de tantos años me doy cuenta que debería haber escrito esta carta hace mucho tiempo. Quizá [...]
Yo no sé si te gusta leer, yo no sé si tienes amigas, lo que sí sé es que si te haces con una copia de esta antología editada por Laura Freixas, vas a sentir que tienes un cachito de vida de gente en tus manos. Sentirás que estás ante una obra narrativa no mixta de mujeres con sustancia, con las que podemos identificamos y que bien podemos universalizar.
La lucha feminista es una lucha construida a base de alianzas íntimas y políticas, y en ellas, la amistad ha resultado ser el arma más poderosa, porque no hay nada que le dé más miedo al patriarcado que vernos a todas juntas, cuidándonos y empoderándonos.
Analizamos algunas de las series que nos marcaron a las adolescentes de los 90 .
Laura Gaitán García fcomsalamanca | AMISTAD No suele resultar sencillo crearnos un relato propio de las experiencias que vivimos. Y más difícil nos [...]
En una cinematografía como la estadounidense, donde habitualmente las mujeres aparecen aisladas y ni siquiera hablan entre ellas, el cine de esta directora pone el foco en la importancia y la complejidad de las relaciones afectivas femeninas.
La difusión de la idea de que las mujeres somos malas y mentirosas -también entre nosotras- unida a la imposición social de tener la constante aprobación masculina para ser reconocidas; genera situaciones de poca sororidad, a veces, por una mera cuestión de supervivencia. ¿Qué pasaría con el Patriarcado si las mujeres dejaran de cuestionarse? ¿Tendría éste posibilidades de reinvención?
Hemos leído miles de relatos construidos por las madres primerizas pero ¿qué pasa con las treintañeras que no son madres? ¿Cuáles son sus historias?
La Casa de las Babayagas es una vivienda para mujeres mayores situada en las afueras de París, autogestionada, feminista y solidaria. Sus integrantes muestran y se demuestran a sí mismas que es posible envejecer de forma distinta: fomentando el empoderamiento, la autonomía y la sororidad.