“Passi el que passi, no estarem soles: ni abans, ni durant, ni després del judici”
Deu feministes s’enfronten a 19 anys i mig de presó i més de 23.000 euros en multes per la vaga general del 8M de 2019 a Manresa.
Deu feministes s’enfronten a 19 anys i mig de presó i més de 23.000 euros en multes per la vaga general del 8M de 2019 a Manresa.
Por primera vez en Uruguay la Fiscalía pretende condenar al asesino de una persona trans, Fanny Aguiar, por femicidio y crimen por odio a la identidad sexual (o travesticidio), porque hasta ahora eran condenados por homicidio simple.
¿Cuáles son los límites actuales de la postura antipunitivista? ¿Cómo canalizamos su potencial transformador en nuestros espacios políticos?
Lo que tenéis que tener claro es que, aunque no haya juicio, merece la pena denunciar. En primer lugar, porque la mayoría de estos seres cuando les denuncian se dan cuenta de que no son intocables y paran. Y en segundo porque denunciar os empoderará a un nivel desconocido.
Recogemos en esta crónica fotográfica las imágenes de miles de mujeres tomando las calles del país para exigir la despenalización del aborto.
Desmontando a los jueces patriarcales que nos pueblan. Justicia patriarcal no es solo el dolor (quizá mayor aún que la propia agresión) al que tendrían que enfrentarse las mujeres a las que les ha sucedido esta basura si decidieran acudir a la ley. Tras ser cuestionadas y violentadas, seguramente no podrían demostrar que no hubo consentimiento
Joaquina Romero es una de las 500 andaluzas que denuncian el robo sus bebés y la falta de respuesta del Estado español.
Llevamos una semana muy mala en cuanto a Resoluciones Judiciales se refiere. Voy a permitirme las mayúsculas, aunque dudo sin son apropiadas. El inexistente SAP es un negocio redondo que engorda muchos estómagos agradecidos.
La antropóloga y funcionaria de la Justicia en la Comunidad Autónoma Vasca Miren Alcedo novela el sistema en el que trabaja en ‘Schubert nunca trabajó en Justicia’.
Cada caso frustrado aumenta el descrédito del sistema judicial y actúa de correa transmisora del mensaje de "¿has visto como no ha servido de nada?". Mientras el sistema judicial siga anclado en la expectativa de casos de delitos de odio de laboratorio, el resto de casos, los de la LGTBIfobia real, seguirán impunes.
El derecho penal no puede ser un instrumento del cual se sirva el feminismo para hacer frente a las violencias, porque es un sistema antagónico a los derechos de las mujeres. En estas líneas hacemos una radiografía a la misoginia que sostiene las bases del derecho penal en México, pero no perdamos de vista que el sistema penal funciona con lógicas muy similares en muchos países, al menos en América Latina. Es un sistema con procesos y estructura violenta, que reproduce y mantiene los diferentes tipos de violencia que ya existen en la estructura social, racista, machista, capacitista…etc. Esta no es la “justicia” que queremos.
Irantzu Varela, comunicadora y activista feminista, analiza la crueldad del sistema patriarcal a partir de las noticias que hemos recibido en las últimas horas
Hace diez años, 28 mujeres de Uruguay denunciaron a un centenar agentes de Estado (oficiales, médicos, psicólogos y personal de tropa) por violencia sexual cometida en más de 20 centros de reclusión de todo el país durante la dictadura. Ante la impunidad y la ausencia de condenas, han elevado la denuncia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ya las ha escuchado. Entrevistamos a dos de las abogadas.
La Federación de Asociaciones Consejo Nacional de Mujeres Resilientes de Violencia de Género ha redactado un manifiesto dirigido al Gobierno de España, y concretamente al Ministerio de Justicia e Igualdad, para pedir la reparación inmediata para las madres protectoras que han sufrido violencia vicaria y para sus criaturas.
A través del testimonio de María Sevilla, que fue presidenta de dicha asociación, y de otros, analizamos lo que fue el punto de inflexión en la visibilización de la violencia institucional que sufren muchas madres y sus criaturas inmersas en procesos judiciales con el padre por casos de violencia de género y abusos a menores.
Muchas niñas y niños han sufrido violencia sexual, en un alto porcentaje de las ocasiones cometida por el padre. Mientras la justicia cuestiona los testimonios de las criaturas y las madres que denuncian, las implicadas reclaman colectivizar y politizar un tabú ignorado.
Las madres afectadas por contextos de violencia tienen que hacer frente a la protección de sus criaturas ya que estas han sido utilizadas en demasiadas ocasiones por sus progenitores para hacer daño a las mujeres con la permisividad de las instituciones. El próximo 17 de mayo se han convocado movilizaciones en todo el territorio para visibilizar la violencia vicaria y la repulsa a estas situaciones de maltrato y hostigamiento institucional.
Las que ponemos nuestros cuerpos en primera línea, denunciando y visibilizando la violencia sexual en la infancia y la adolescencia por parte de familiares, comprobamos, una y otra vez, que nos enfrentamos a una sociedad completamente disociada de la realidad, a la nada, a un silencio insondable. Por desgracia, también, por parte de los feminismos.
La sentencia que sustrae a Sara a sus hijas y la condena a cárcel y a indemnizar a su expareja no tiene en cuenta que el Servicio de Salud extremeño interpuso varias demandas por malos tratos a la madre y abuso sexual a una de las hijas, entre otras cosas.
La violencia vicaria es la que sufren los hijos e hijas de un padre maltratador para seguir haciendo daño a la madre. Y el sistema judicial, en muchos casos, lo permite.