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"Nadie busca razones psicológicas en la fimosis, ¿por qué con el vaginismo sí?" Es la comparación que emplea la fisioterapeuta Pilar Pons para cuestionar el enfoque actual sobre esta afección.
Para la mirada patriarcal, todo son pepinos o calabacines. Pero nuestros cuerpos y nuestras mentes son, por suerte, mucho más amplias y originales. Ya sabes, ¡a las fucsias nos cabe de todo!
Esa tierra prometida en la que acabaríamos teniendo una sexualidad mucho más libre, no está ahí como lo habíamos imaginado. Parece inevitable que también en los espacios no normativos se determine qué es deseable y qué no, que se arrastren herencias culturales que nos condicionan, que no se llegue a recoger esa diversidad infinita que somos.
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Elisa McCausland e Iru
Ninguna tierra prometida va a hacer que cambien las dinámicas de poder. En los espacios que construimos quienes desobedecemos la norma heterosexual y monógama también entran en juego los privilegios y las desigualdades.
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En el contexto del Octubre Trans, el equipo de Sangre Fucsia ha querido dedicar su programa número 84 a la transexualidad entre los niños y niñas menores de edad.
Singularidad: hipótesis que afirma que las máquinas desarrollarán la capacidad de autorrepararse y rediseñarse, de tal forma que se mejorarán a sí mismas, alcanzando un estado consciente y creando otras máquinas. Vamos, el desarrollo de una inteligencia artificial capaz de reproducirse. ¿Pero qué ocurre con el sexo y la reproducción humanas? ¿Qué nos depara el futuro? El género de la ciencia ficción tiene muchas y variadas respuestas a esta pregunta.
Somos la víscera, el puñetazo, la hemorragia. La cultura nos preocupa. El arte nos salva, la poesía es nuestro lenguaje, sin la música no sobrevivimos y el activismo es nuestra marca. Somos Sangre Fucsia, el fanzine sonoro de Ágora Sol Radio, emitiendo desde el espacio transfeminista la Eskalera Karakola; y ahora, también, desde Píkara Magazine.
Tobi Hill-Meyer empezó a producir porno para llenar el vacío de personajes trans diversos y para ofrecer una alternativa a la manera hegemónica en que la sexualidad de las mujeres trans se suele retratar, explotada y llena de exotismo. Lo cuenta en este artículo, traducido por Lilit Vendetta.
Hasta los 19 años, sólo tenía orgasmos cuando comía patatas fritas con kétchup. Le reproché a mi madre no haberme hablado del clítoris y haberme ahorrado así el sufrimiento de los orgasmos fingidos. Ahora también sé que las personas con vagina tenemos próstata y eyaculamos. Como dice Diana Pornoterrorista, hay dos maneras de vengarnos del silencio al que han sumido a nuestros coños: corrernos a chorros y contarle esta posibilidad a todo el mundo.
A los habituales reclamos de libertad estética y sexual, se sumó este año el rechazo a un giro en la política institucional sobre sexualidad, que ahora apuesta por la familia tradicional, niega la diversidad y rechaza el placer como un elemento central
Diana J. Torres nos cuenta cómo el patriarcado, el catolicismo y el capitalismo arremeten históricamente contra las mujeres acuáticas y reclama venganza para recuperar el placer y la autonomía sobre nuestros cuerpos.
