Es el momento de reclamar nuestro derecho a un futuro
Los territorios se agotan frente a un turismo extractivo que nos obliga a volver a pensar en los límites del crecimiento.
Los territorios se agotan frente a un turismo extractivo que nos obliga a volver a pensar en los límites del crecimiento.
Leire Milikua, que acaba de publicar 'Sobre la tierra, bajo la sombra', reivindica una agricultura que camine hacia un modelo agroecológico que respete el medio y la vida, que relocalice los sistemas alimentarios.
Hablar de sequía es hablar de alimentación y consumo. Hablar de sequía es buscar alternativas para la distribución igualitaria del agua potable en manos de empresas privadas, para las que prima el uso industrial al humano. Es hablar de crisis climática. Y es también hablar de derechos humanos, acceso a necesidades básicas e igualdad.
La práctica de la rebusca, habitual en Extremadura y Andalucía, está desapareciendo. A la par que los grandes capitales entran en el campo, se está produciendo una expulsión de las clases trabajadoras.
Las políticas dirigidas al campo desde la UE han enriquecido a los grandes propietarios y empresas externas al territorio, dejando a la mayoría de la población fuera de ese supuesto progreso. La ultraderecha quiere dirigir la frustración contra la izquierda, encarnada en la figura de la urbanita progre y feminista.
Pertsonei euren lurraldeetan bizitzea galarazten dieten eta planeta suntsitzen duten politiken aurka gaude. Kanporatzeak eragiten dituzten arrazoietan erantzukizunak hartzeko garaia da, bai eta leku seguru bat zein nazioarteko babesa bermatuko dituen mekanismoak martxan jartzekoa ere.
Nos pronunciamos contra las políticas que impiden la vida de las personas en sus países de origen y devastan el planeta. Es hora de asumir responsabilidades en las causas que provocan su expulsión y de habilitar mecanismos que les permitan alcanzar un lugar seguro y recibir protección internacional .
Nuestros derechos, desde el derecho a la alimentación y nutrición adecuadas hasta los sexuales y reproductivos, se están subordinando a otros intereses, algo imposible de aceptar en el marco de Naciones Unidas, donde la indivisibilidad de los derechos humanos debería ser una norma básica.
Hermanas de tierra, necesitamos más que nunca nuevas ruralidades llenas de feminismos, agroecología, diversidad, pero también de memoria. Otro 8 de marzo más, seguimos aquí, estamos aquí. Por un feminismo de todas, por un feminismo de hermanas de tierra.
Ermanas de tierra precisamus mas que nunca roaliais nuevas enllenas de feminismus, agroecología, divessidá, peru tamién de memoria.
Barrio de Ituzaingó, en Córdoba, Argentina, un ejemplo de defensa frente a la violencia.
La supremacía humana deja a su paso una violencia que sufren otras especies animales. Reflexionamos sobre cómo podría transformarse desde una mirada antiespecista la realidad para reanudar unas relaciones entre seres vivos más justas e igualitarias.
La inversión pública prevista para los próximos años socava las propuestas por una economía ecofeminista y refuerza el conflicto capital-vida.
Las élites no están dispuestas a cambiar su modo de vida y, por ello, han decido abandonar la Tierra hacia otros lugares habitables del sistema solar. Quieren seguir viviendo (y contaminando) como si nada hubiera pasado, como si nada hubiera quedado atrás.
Lorna, responsable de Wikisouniak y en compañía del equipo Wikitoki, ha hecho cuatro recorridos por el barrio de San Francisco, en Bilbao. Hablamos de temas que son parte del ADN de Wikitoki en cuatro entregas. La cuarta, con Kidekoop.
El trabajo en la huerta suele estar más vinculado al valor de uso porque los números no cuadran. No tiene una lógica capitalista sino de trabajo colectivo, gratuito y falto de derechos, llevado a cabo por familias extensas.
Con su nueva película, 'Alcarràs', la directora no solo ha corroborado su talento como retratista de lo universal desde lo íntimo, sino que el público ha abrazado una manera de contar que es pálpito de vida.
Uno de los objetivos de esta declaración es ampliar y profundizar en el debate rural, agrario y alimentario para explicitar la raíz del problema: el sistema capitalista.
Es evidente que los representantes del realfooding han hecho de este movimiento una firma personal de la que sacar partido de la mano de los supermercados y las marcas.
El informe ‘Ellas alimentan al mundo’ explica que una de las principales consecuencias de esta falta de acceso y control sobre la tierra tiene un impacto directo en la autonomía económica de las mujeres rurales, indígenas, originarias y afrodescendientes.