Lo que la consejera de Igualdad del Gobierno vasco llama “el cuidado de las familias” es el trabajo invisibilizado y gratuito de las mujeres, como viene señalando desde hace décadas ya la economía feminista.
La legislación de ambos países precariza a las trabajadoras del hogar. Analizamos las cifras de violencia y el recrudecimiento de las condiciones de estas trabajadoras durante la pandemia.
Confinamiento y distancia social. La receta del Gobierno español para frenar la curva de contagios daba respuestas individuales para sujetos autosuficientes, con recursos para quedarse en casa, teletrabajar y conciliar cómodamente. Los colectivos feministas reaccionaron desde el inicio del estado de alarma en España, reclamando un sistema público de cuidados. También se han volcado en la creación de redes de apoyo mutuo y cajas de resistencia.
La pandemia global del coronavirus desnuda como nunca la fragilidad de la organización económica, política y social capitalista y revela la centralidad del trabajo de cuidados que la sostiene. Un repaso a la situación de esos sectores habitualmente despreciados.
Cuando acabe todo esto nos dirán que la vida sigue; pero no lo hará si no recuperamos los servicios básicos.
Hablamos con integrantes del movimiento feminista de Gasteiz sobre la jornada de reivindicaciones del 8 de marzo y con las delegadas del comité de empresa de Garbialdi, del colectivo de limpiadoras subcontradadas por la UPV y del Departamento de Educación, que han iniciado una huelga de cinco semanas para reclamar el cumplimiento de su convenio laboral.
Las trabajadoras del hogar y de los cuidados recuerdan las promesas incumplidas en una charla organizada por Oxfam Intermón en el marco del Foro de Davos.
Esta semana, el podcast feminista de Hala Bedi aborda la situación de las trabajadoras migrantes en régimen de internas y la importancia de la huelga del día 30.
Las V Jornadas Feministas de Euskal Herria Salda Badago, celebradas en Durango entre el 1 y el 3 de noviembre, muestran la fuerza del movimiento y el aumento del peso de debates que hasta ahora estaban en la periferia: “Tenemos que salir de las zonas de comodidad”.
Preguntamos a colectivos de mujeres migradas y de trabajadoras del hogar si es estratégico hacer incidencia política y social por la desaparición de esta modalidad de cuidadora disponible 24 horas
Las compañeras de Ecuador Etxea han seleccionado fotos de algunas de las acciones más representativas de las trabajadoras del hogar estos últimos años en Bizkaia
¿Qué pasa cuando a nuestros cuerpos cansados les sostiene alguien más? ¿Quién nos cuida a nosotras las precarias y a quién precarizamos? Ante estas preguntas, la autora busca en las amigas sus respuestas.
El famoso programa de ‘au pair’ se vende como una experiencia intercultural para jóvenes mientras aprenden otro idioma, pero ¿a qué se dedica un ‘au pair’? ¿Trabajan o no trabajan? ¿Por qué la mayoría son mujeres? ¿Quién hace la cama a una ‘au pair’? ¿Cuánto hay que cuidar para ahorrarse un curso de inglés?
Asamblea Carabanchel Hace unos días armamos Jaleo en el barrio. Celebramos las I Jornadas de Autodefensa Laboral organizadas por el grupo ADELA de la Asamblea [...]
El artículo 41.2 avala el rol de la mujer como ama de casa y responsabiliza al Estado de que ésta pueda prescindir de un trabajo remunerado con tal de no abandonar sus obligaciones dentro del ámbito familiar.
En el lenguaje corriente, la idea de cadena global de cuidados se resume como "mujeres explotando a otras mujeres". Isabel Otxoa cuestiona ese relato culpabilizador y reflexiona sobre dónde se pone el foco cuando hablamos de externalización del trabajo reproductivo.
Raquel Friera expone actualmente en Virreina Centre de la Imatge (Barcelona) ‘One Year Women’s Performance 2015-2016’, un proyecto que investiga el trabajo no remunerado e incuantificable que realizan las mujeres.
La Diputación de Bizkaia ha ofertado un curso sobre limpieza sólo para mujeres. Las trabajadoras del sector y los sindicatos critican la medida porque no ataja la desigualdad de las empleadas ni la precariedad.
Miles de mujeres migrantes trabajan como empleadas domésticas en Líbano contratadas a través del sistema Kafala, que las convierte en la práctica en esclavas de sus empleadores. Atrapadas y desesperadas, muchas terminan quitándose la vida para escapar a la explotación a las que son sometidas.
La chacha, la criada, la chica. En los mejores casos, la señora de la limpieza. Rosario, Roxana, Ruth son mujeres que sí nos representan. Mujeres que a pesar de ser el último eslabón de una larga cadena se arremangan lo que haga falta para sacar la mierda que manchan sus derechos, nuestros derechos.
